
Crescenta está revolucionando el mundo del private equity, de los activos ilíquidos. ¿qué tipo de inversor está entrando a comprar vuestras oportunidades de inversión?
El nombre de Crescenta viene de juntar dos palabras: crecimiento y renta y nació con la vocación de democratizar el acceso, a través de la digitalización, a un segmento nuevo de inversores cualificados que iban a poder entrar en capital privado gracias al cambio de la Ley Crea y Crece, y a su vez para darles a los inversores existentes una inversión digital y con mayor control.
Mientras montamos la gestora, creamos Aprende y Crece, un portal de formación financiera con la idea de divulgar en torno a lo que es el capital privado y sus atributos para que el inversor lo entendiese e invirtiese con total conocimiento. De esta forma, preparamos una audiencia de gente que, cuando se lo explicamos, lo iba a entender e iba a mostrar esa predisposición para invertir.
Cuando lanzamos Crescenta en el primer trimestre de 2024, teníamos un plan de captación en el primer año de 30 millones de euros con cerca de 300 clientes. Sólo tardamos seis semanas en conseguir nuestro objetivo con tickets de inversión en los primeros días de millones de euros, lo que nos hizo darnos cuenta de que habíamos creado algo que era diferente a lo que se percibía en el mercado y no era necesariamente malo. El inversor existente de private equity (altos patrimonios o profesionales) vio en nuestro servicio algo mejorado a lo que ya existía y lo vieron como un producto con unas condiciones muy buenas.
En ese momento, limitamos los tickets grandes, ampliamos el tamaño de los fondos y empezamos a fragmentar. Hoy tenemos unos 3.000 clientes de los que el 97% son inversores minoristas cualificados, un inversor que definimos como affluent, gente que tiene un patrimonio financiero superior a 100.000 euros que ha invertido en el pasado en otros activos y que entiende esto con cierta facilidad. El ticket medio está en torno a 35.0000 euros. Además, el 40% del cliente es recurrente. El cliente medio es preferentemente hombre, con edad de 45 años, que ha invertido en el pasado en otros sitios y trabaja en puestos de responsabilidad en corporaciones. Y el resto son family offices que suponen el 3% de nuestra base de clientes y que es en torno al 30% del activo total.
¿Tenéis algún tipo de segmentación geográfica?
Madrid era el 100% de la captación hace 12 meses y ahora es menos del 20%. En general, están muy repartidos en las capitales de provincia. En los sitios más grandes es donde más capacidad y clientes tenemos porque también es donde más márketing hemos hecho, puesto que hay una correlación intrínseca entre las campañas y el número de clientes que se captan.
Este año activamos campañas en Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla y con eso hemos conseguido una penetración muy fuerte en estas regiones. Y, por otro lado, hemos hecho algo en Zaragoza, donde tenemos el 10% de la base. Así que la buena noticia es que está bastante repartido por el territorio nacional.
¿Qué producto tenéis ahora mismo en cartera que estéis comercializando? ¿Qué rentabilidad está ofreciendo este tipo de productos?
En Crescenta lanzamos cuatro oportunidades al año consistentemente: en el primer trimestre siempre saldrá una oportunidad en Private Equity Growth, en el segundo trimestre una en Private Equity Buyout, en el tercer trimestre una estrategia de activos reales (infraestructura privada, Real Estate y energía) y en el último trimestre una oportunidad convencional del mundo de los activos privados. Identificamos los 5-7 fondos a nivel global que están en comercialización para esa estrategia y configuramos cestas de fondos, con las que tener buena diversificación sin comprometer la rentabilidad.
Ahora tenemos abierto un fondo de Private Equity Buyouts, que es la estrategia más convencional dentro de los activos privados y que se dedica a la adquisición de compañías con control para la ejecución de un plan de negocio en un horizonte de tres años y medio, en este caso hemos invertido en dos fondos internacionales. En uno no nos dejan hacer disclosure, y el otro es Clearlake, que es una gestora de San Francisco que ha hecho rentabilidades netas del 30% anuales durante 20 años y tienen muchas cosas buenas en cartera, una de las más conocidas es que es el dueño del Club de Fútbol Chelsea.
En este fondo estimamos hacer dos veces dinero con un 15% de rentabilidad neta de comisiones*, que es para el ticket más bajo. Además, es una inversión muy resiliente con lo que estamos muy confiados en que consigamos cumplir con las expectativas que estamos generando. Cabe decir, que no es una inversión exenta de riesgos y que las rentabilidades pasadas no implican futuras.

¿Cuál es el tiempo que aconsejáis a vuestros clientes tener estos productos?
Son 5 años de inversión y 5 años de desinversión, que es lo que está establecido en los folletos. El de desinversión, con una aprobación en junta se puede ampliar a 5+1-5+2 pero lo que sí o sí se cumple es que durante cinco años se va a solicitar el capital al que el inversor se ha comprometido. Hemos hecho los mecanismos para que sea alrededor de un 20% anual durante cinco años. De esta forma, la gente puede planificar y nosotros financiamos los fondos para que esto se cumpla.
Es decir, si realizas un compromiso de 10.000 euros, en una situación convencional desembolsarías unos 2.000 al año durante 5 años, y después comenzarías a recibir, también de forma gradual, lo invertido más la potencial rentabilidad generada.
En Madrid, por ejemplo, está entrando mucho dinero mexicano a comprar inmuebles, ¿está entrando dinero foráneo a comprar Private Equity con vosotros?
Sí. Recientemente tuvimos un evento en el Club Financiero Génova y el 80-90% de la audiencia era mexicana. Creo que hay un apetito importante por la audiencia latinoamericana, que es bastante cualificada y es un segmento interesante. Nosotros no hemos hecho esfuerzo por captar capital fuera de España, ya que nuestra vocación es que el inversor cualificado español y el ahorrador español nos descubra e invierta. Y si en ese camino conseguimos otro perfil de inversor, mejor que mejor.
En vuestro plan de negocio ¿tenéis pensado distribuir vuestro producto a través de entidades financieras que, quizás, no estén tan especializadas o queréis seguir siendo independientes?
Proactivamente no hemos llamado a la puerta de ninguna entidad financiera. De las tres entidades más grandes de España, hay dos con las que hablamos constantemente porque ven que estamos haciendo las cosas bien, que hay una oportunidad muy grande y que podemos darles muchos recursos. Pero nosotros estamos más centrados en que lo nuestro vaya bien.
El objetivo de este año era conseguir que la empresa sea rentable, con tracción y que las cosas fueran bien y lo hemos conseguido. El objetivo siguiente es si se acerca un partner con el que hacer las cosas a nuestra forma o de una forma innovadora, en el que no haya conflicto de interés, en el que el producto siga siendo muy bueno y donde las condiciones sean aceptables, llegar a un acuerdo. Si encontramos un partner adecuado que entienda lo que somos y quiera sumarse para tener una capacidad más robusta de penetración del mercado, lo haremos.

Una de las ideas que más gusta a nuestros usuarios es el tema de los centros de datos, como idea de inversión del inmobiliario ¿habéis ofrecido en el pasado o lo haréis a futuro este tipo de proyectos?
Actualmente tenemos un fondo de activos reales, centrado en inversión en infraestructuras, con cierta exposición a inmobiliario y energía. La tesis con la que lo creamos durante la segunda mitad del año pasado, con las elecciones en los diferentes países, era por la volatilidad que había en el mercado. Entonces decidimos crear una oportunidad de inversión en infraestructuras, que es contracíclico y protege contra períodos inflacionarios.
Lanzamos un vehículo que invierte en infraestructura de vanguardia, que son centros de procesamiento de datos y naves logísticas. EQT fue la primera inversión en centros de datos que hicimos, que es super eficiente en costes y creímos que era algo súper atractivo. La infraestructura tiene un riesgo que tiende a cero porque te permite tener un activo con un colateral muy bueno, pero con una rentabilidad más limitada. Lo lanzamos al mercado con una rentabilidad objetivo del 12% y es súper atractivo. Una de mis motivaciones personales es que la gente entienda el poder de diversificar más allá de la rentabilidad que dan los activos.
Además, permite invertir en un fondo inmobiliario americano, cuya gestora históricamente ha dado rentabilidades muy superiores al europeo, y dando acceso al inversor minorista español a este tipo de producto.
Además, con las futuras bajadas de tipos que se darán a ambos lados del Atlántico, parece una buena oportunidad para seguir dando algo más de rentabilidad en este tipo de activo, ¿verdad?
Si, los fondos de private equity usan mucho el apalancamiento para hacer la adquisición de compañías. Poder dar financiación barata a las compañías que adquieren permite tener un coste de capital más barato para poder ejecutar sus planes de negocio. Con lo que, por norma general, bajadas de tipos son positivas para el private equity.
Decía el propio presidente de BlackRock, Larry Fink, que tenemos más visibilidad de lo que pueda pasar a cinco años que en los próximos cinco días y eso está pasando en private que estáis entrando en activos ilíquidos sabiendo qué queréis impartir.
Cuando compras una empresa privada, a cinco días se puede interpretar de cualquier forma y puede fluctuar mucho el mercado si es cotizada. Creo que las inversiones se deberían mirar, con carácter natural, mínimo a un año vista, cualquier tiempo inferior es fruto de la especulación y la suerte.
¿Qué porcentaje de la cartera de un inversor más tradicional debería estar en private equity?
Depende. Goldman Sachs recomienda que el 45% de la cartera esté en este tipo de activos, el Endowment de Harvard tiene el 70% y la ley española establece que si el patrimonio financiero es inferior a los 500.000 euros, máximo puedes tener un 10%. Así que dependiendo de a quién se lo digas, puede tener más o menos.
En España sería un error, bajo mi punto de vista, no maximizar la exposición a private equity que te permite el regulador. Es paradójico que con 499.999 euros de patrimonio puedas invertir 40.909 euros y con 500.000 euros puedas invertir el 100%. Ese euro determina tu capacidad de inversión en private equity.
Lo revolucionario de Crescenta es que permite crear una cartera con 100.000 euros de patrimonio para lo que antes necesitabas una inversión mínima de 100 millones.

¿Qué consejo le darías a un inversor joven que quizás no llega a ese nivel de 100.000 euros?
Empecé a trabajar en banca de inversión y ganaba dinero para mantener una buena vida. Pero si quería dar un salto cualitativo grande necesitaba invertir en algo con lo que maximizar la rentabilidad a largo plazo. Ahí hice mi primer compromiso de private equity. En ese momento, el ticket mínimo para invertir para mí era una locura pero tomé esa decisión y desde entonces invierto en private equity y me ha ido mejor que en el casino. Cuanto antes tomes la decisión de entrar y disfrutes de las rentabilidades , aunque sea una decisión que cueste tomar, antes llegarán esos beneficios.
Y si es un inversor con algo más de capital, de más de 45 años ¿qué consejo le darías?
Con 45 años tienes que seguir pensando en qué va a ser de tus siguientes 5, 10, 15 o 20 años. Lo máximo que puedas invertir en este tipo de activo, con paciencia en los cinco primeros años, hazlo. Luego ya empiezas con la rueda de las distribuciones que permite pegarte un capricho o elevar tu estilo de vida. El largoplacismo en este caso es una cosa positiva. Con 25-30 años todo lo que proyectas sobre tu futuro requiere de que tu dinero esté trabajando para que esas metas se cumplan en el horizonte pensado.
*Rentabilidades pasadas no implican rentabilidades futuras. La inversión en capital privado tiene riesgos, entre los que destaca la iliquidez. Más info en crescenta.com/condiciones