La renta variable española se suma al tono general positivo porque los mercados empiezan a leer que lo peor del conflicto entre Israel e Irán ya ha pasado, con Irán que quiere sentarse a negociar y que se trata de un problema geopolítico contenido. Rebote generalizado, en el caso del selectivo español apoyado por buena parte del mercado, salvo por algunas energéticas e Indra y liderado por el apoyo a Grifols de la compra de acciones de sus directivos y por Santander, que comanda los castigados bancos al inicio del conflicto.