IAG se enfrenta a una resistencia técnica clave en bolsa en la zona de los 4,39 euros, que coincide con los máximos anuales y representa el principal obstáculo en el corto plazo. Antes de alcanzar este nivel, el precio deberá superar la barrera psicológica de los 4 euros, un nivel redondo donde es probable que exista cierta concentración de órdenes de venta. Por la parte baja, el soporte más relevante se sitúa en los 3,52 euros, nivel que anteriormente actuó como resistencia y cuya pérdida sería una señal técnica negativa. Este soporte es clave para mantener el sesgo lateral-alcista actual y, de cederlo, podría abrirse un escenario de mayor corrección.
Desde los mínimos de 2024 euros, IAG ha protagonizado una subida espectacular. La posterior corrección parece proporcional al tramo alcista previo, lo que sugiere un posible proceso de consolidación, quizás en forma de bandera o canal. No obstante, el valor podría necesitar más tiempo para definir su próximo gran movimiento, lo que implica que los inversores deberán armarse de paciencia en esta fase de mercado.
A diferencia de IAG, Ryanair me gusta bastante más porque muestra un perfil técnico mucho más sólido. El valor está marcando máximos anuales e históricos, lo que denota una clara fortaleza relativa respecto al sector. Técnicamente, se encuentra en un momento alcista, con una estructura de máximos y mínimos crecientes bien definida.
Aunque los resultados recientes han generado una mezcla de reacciones en el mercado, desde el punto de vista técnico, Ryanair sigue en subida libre, sin resistencias relevantes a la vista. En este contexto, presenta una oportunidad más atractiva que IAG para inversores orientados al análisis técnico. En definitiva: Ryanair sí, IAG para armarse de paciencia.